quinta-feira, 18 de março de 2010

Castigos en la Iglesia y en el mundo:
Nuestra Señora de Akita advirtió en 1973,
pero no fue escuchada!

Luis Dufaur
Escritor, jornalista,
conferencista de
política internacional,
sócio do IPCO,
webmaster de
diversos blogs








En 1973, la Virgen se manifiesta en Japón a la Hna. Agnes Sasagawa a Katsuko, 42 años, en el Convento de las Siervas de SSMA. Eucaristía en la ciudad de Yuzawadai cerca de Akita, en la provincia de Tohoku.

Es decir, en la región más afectada por el reciente terremoto.

Akita se encuentra en la misma latitud del epicentro del terremoto, pero al otro lado de la isla de cara a China, al occidente, a 150 Km de Sendai, la ciudad más afectada y que se encuentra en la parte oriental del archipiélago del Sol Naciente.

Las imágenes espantosas de las ruinas de la ciudad de Sendai y sus alrededores han sido publicadas en todos los periódicos, estaciones de televisión y sitios de Internet.

Akita fue golpeada por el terremoto, pero no por el devastador tsunami. El Santuario de la Virgen no sufrió daños relevantes.

El terremoto y el tsunami trajeron de vuelta a la memoria pública las advertencias solemnes que en 1973 Nuestra Señora lanzó al clero y al mundo.

Desde entonces, la imagen de la Virgen lloró lágrimas, según testigos, más de un centenar de veces y vertió sangre en otras ocasiones.

El fenómeno místico fue analizado por la jerarquía eclesiástica.


Iglesia de Nuestra Señora de Akita, Yuzawadai, Sendai

En abril de 1984, el Obispo John Shojiro Ito, Obispo de Niihata, Japón, después de años de investigación exhaustiva, dijo que los eventos de Akita son de origen sobrenatural y autorizó en su diócesis la veneración de la Madre de Dios de Akita.

En junio de 1988, el Cardenal Ratzinger, entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, hizo pública la aprobación final sobre los eventos de Akita y los mensajes y los declaró dignos y merecedores de la fe pública.

El mismo Cardenal Ratzinger - después Benedicto XVI - conforme publicó la revista italiana Jesús el 11 de noviembre 1984, comentó que los mensajes de Fátima y Akita son "esencialmente los mismos."

La concordancia con el mensaje completo de La Salette es tan evidente que nos sentimos dispensados de cualquier paralelismo.

Algunos que tal vez recuerden las advertencias muy serias de Nuestra Señora en Japón, dadas coincidencialmente en la misma región devastada hoy, quedarán impresionados por la similitud entre lo profetizado en 1973 y la tragedia padecida.

Más aún, quedarán aterrados frente a lo que todavía puede sobrevenirse.

Nuestra Señora no fue oída, es doloroso constatarlo! Pero peor aún, es que su maternal exhortación haya quedado en el olvido.

Este es un momento extraordinariamente oportuno para volver hacia Ella y para darle la atención y la obediencia que se merece, confiando en la misericordia inagotable que nos ha de brindar como Madre de Dios Nuestro Señor.

Pero que dijo y que pidió la Virgen bendita en Akita?

El periódico "The Wanderer", publicó el 17 de febrero de 1994, una exhaustiva materia basada en "Oficial de Akita Book" ("El Libro Oficial de Akita"), escrito por el P. Teiji Yasuda, OSV

De aquí extraemos referencias tan elocuentes que sobra cualquier comentario.

Uno de los mensajes más impresionante de Nuestra Señora de Akita fue dado el 13 de octubre 1973. En ella, la Santísima Virgen dijo:

"Si los hombres no se arrepienten y si no mejoran, Dios Padre infligirá un terrible castigo a la humanidad. Será una punición mayor que el diluvio, nunca antes vista.

Fuego caerá del cielo y destruirá gran parte de la humanidad, tanto los buenos como los malos, no serán preservados ni siquiera los sacerdotes, ni los fieles. Los sobrevivientes se encontrarán de tal manera desolados que tendrán envidia de los muertos.

Las únicas armas que restarán serán el Santo Rosario y la señal dejada por mi Hijo (la señal de la Cruz). Recita todos los días las oraciones del Rosario.

Con el Rosario, rece por el Papa, por los obispos y por los sacerdotes.

La obra do demonio se infiltrará hasta dentro de la Iglesia de tal modo que veremos Cardenales enfrentando a Cardenales, obispos contra obispos.

Los sacerdotes que Me veneran serán escarnecidos, menospreciados y combatidos por sus cofrades (otros sacerdotes)

Iglesias y altares serán saqueados.

La Iglesia estará llena de aquellos que buscan compromisos (con el mundo).

El demonio tentará a muchos padres y almas consagradas para dejar el servicio del Señor.

El demonio será particularmente implacable contra las almas consagradas a Dios. La idea de la perdida de tantas almas es la causa de mi tristeza.

Si los pecados aumentan en número y gravedad, en breve no habrá perdón para ellos.

Rece mucho las oraciones del Rosario. Solo yo podre salvarlos de las calamidades que se aproximan.

Aquellos que coloquen su confianza en Mi serán salvados”.


Documental: apariciones de la Virgen María en Akita




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